domingo, 27 de julio de 2014

Un mundo creado con cachivaches reciclados

Ramón Burneo presentó su muestra Des ensambles el pasado jueves en la galería Pentasiete Art Studio, en Cumbayá. La colección está compuesta por 38 esculturas hechas con cachivaches reciclados que el artista ha recogido y heredado de amigos, familiares y conocidos. Él empezó con este trabajo hace casi 20 años. Piezas de licuadoras, bicicletas, relojes y otros elementos desechados han dado vida a seres extraños que hacen actividades parecidas a las de los humanos: una pareja de esposos observa a través de unos binoculares; una calavera maneja un avión, otra es un bombero.

La razón por la que algunos de los muñecos tienen el rostro cadavérico tiene que ver con la muerte. El artista piensa que no hay que tenerle miedo, ya que es un destino que todos los humanos comparten. De alguna manera, hacer esculturas que parecen legos a gran escala representa su deseo de quitar importancia a la muerte para convertirla, más bien, en un juego.

Algunas han tardado más de seis meses en terminarse, otras se han construido más rápido. Todo depende de las piezas que el artista haya conseguido y de cómo ha logrado encajarlas. Él no ha utilizado pegamento ni herramientas para soldar metal: las ha construido únicamente ensamblado los cachivaches.

Algunas motocicletas, avionetas, bicicletas y trenes se exhiben como cuadros dentro de un marco. Lucen elegantes, sus colores son opacos, como antiguos; por lo general, azul marino, rojo oscuro, verde oscuro, dorado... Representan una de las aficiones de Ramón Burneo: los medios de transporte. La muestra estará hasta el 26 de julio. Las piezas se venden y varían entre $200 y $6 000. (MC)

 

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